MEDICINA NATURAL

El uso de la medicina natural tuvo su origen en tiempos remotos. La historia nos ha relatado que nuestros antepasados recurrían a curanderos o plantas milagrosas para aliviar y sanar sus dolores. Sin embargo, con el supuesto “avance” de la sociedad moderna en cuanto a tecnología y las diferentes especialidades médicas oficiales, estas prácticas naturales, por desgracia, fueron apartándose lentamente y perdiéndose en el olvido con el paso del tiempo. Y todo esto sea de una forma casual o más bien conveniente, como veremos más adelante, lo cierto es que con el paso de los años se impuso repentinamente un tipo de medicina mucho más dañina y peligrosa con la falsa ilusión de una curación más rápida y eficaz. Siendo a partir de este punto, esta medicina “incuestionable” la llamada medicina química.

A pesar de estos inconvenientes, la búsqueda de una mejor calidad de vida y de alternativas que provean ventajas nuevas a la rutina diaria actual, además del deseo profundo de ciertos colectivos por evitar en todo grado la introducción de cualquier tipo de medicamento extraño y dañino en el organismo, han sido hasta hoy razones más que suficientes para seguir manteniendo esta opción y alternativa real viva y en el conocimiento de unos pocos. Quizá debamos todavía sentirnos afortunados y verlo como una excelente oportunidad para absorber esta sabiduría ancestral y transmitirla a nuestros cercanos y allegados, siendo capaces así de aliviar todo tipo de padecimiento sin el uso de sustancias extrañas ni tóxicas, simplemente con lo que la naturaleza nos ofrece. Porque al fin y al cabo, somos parte de ella y ella se encuentra preparada para todo lo que podamos necesitar, tan solo debemos conocer sus secretos.

Por desgracia, debo remarcar que este es un conocimiento que a lo largo del tiempo será clasificado como “prohibido”, estando completamente condenado a su más absoluta desaparición, como se ha venido haciendo en estos últimos tiempos con el impulso de mentiras y tergiversaciones a lo largo de los años para desvincularnos completamente de ello. Y es que, como veremos unas hojas más adelante, en este mundo está más que demostrado que “los intereses económicos y fuerzas superiores” priman sobre el bienestar y la salud del colectivo. Y si no, tiempo al tiempo.

Medicina química tradicional

Medicina Ancestral Natural

Louis Pasteur VS Antoine Béchamp

La medicina natural, a diferencia de lo que se cree, no solo se utilizaba en la antigüedad para aliviar síntomas físicos, sino también servía para aliviar trastornos mentales y fomentar el bienestar pudiendo si se deseaba incluso convertirlo en un modo de vida saludable con el que apenas se enfermaba a lo largo de la vida. Y es que aquel dicho “somos lo que comemos”, no es un mito sino una realidad, algo que también veremos a lo largo de este libro. Con estos remedios descubriremos cómo solventar todo lo que nuestro cuerpo manifieste y basándonos tan solo en la utilización de elementos totalmente naturales y sin ningún tipo de trampa ni tapujo. Por lo tanto, la conclusión obvia es que la primera ventaja real que ofrece este sistema es que no posee ningún tipo de efecto secundario siendo completamente beneficioso para el organismo, incluso te aseguro, nos ayudara a mejorarlo en cuestión de tiempo y con algo de paciencia ya que no es tan rápido como el químico que te cura por un lado pero enferma por otro siempre en beneficio de la industria para mantenerte enganchado a los medicamentos químicos. El método natural por su parte y al contrario es mucho más duradero y efectivo a la larga, ayudándote a obtener una salud muy destacable.

Pero si todo esto era tan extraordinario y efectivo, la pregunta que rondara tu mente es, ¿Cómo es posible que cambiásemos la medicina natural por la medicina química siendo esta última muchísimo más dañina y perjudicial para la salud humana?; si quieres una respuesta rápida y breve te lo responderé con, “hubo grandes intereses”,  la respuesta más densa para comprenderlo al detalle te la daré a continuación, pero eso si, antes de ello te ruego acomódate, porque lo que te voy a contar es tan inesperado que no darás crédito a lo que estas leyendo y es muy probable que todo lo que vas a aprender a partir de aquí cambie tu vida y tu forma de actuar para siempre.

Primero y ahora que he conseguido robar tu atención y te has hecho la gran pregunta, replantéate lo siguiente, si hay algo de lo que se jacta la medicina química que todos conocemos en la actualidad es que gracias a ella vivimos más años, estamos más sanos y nos curamos más rápido, pero ¿de dónde salen todos estos datos?, existe alguna base real de la que los obtengamos?, la respuesta es NO, todas esas palabras y creencias están inculcadas en la mente de las personas como algo incuestionable e infranqueable. Y fíjate lo que te digo, si tenemos en cuenta que la medicina química tiene apenas 100 años de existencia, entonces, ¿Cómo es posible que tengamos datos para comprobar que vivimos más que antes?, piénsalo bien, ni hemos tenido tiempo suficiente para valorar una simple generación humana al completo, ni hemos dedicado los suficientes recursos a validar todos estos datos, lo mismo a ver siquiera sus efectos secundarios a lo largo de esta etapa generacional, datos y hechos que nos ofrezcan detalles definitivos con los que asegurar, “es cierto antes vivíamos 80 y ahora vivimos 150 años...” incluso al contrario de lo que quieren hacernos creer, juraría que todos antes, hace años, hablando de los 70 u 80, tenemos o hemos tenido algún familiar que ha sobrepasado los 100 años de edad, ¿y hoy día en la década de los 90-2020, conoces alguien que viva más de 70, 80 o 90?.

A mi entender se trata tan solo de propaganda cientificista rodeada de intereses y manipulación. Todo ello con el fin de mantener un control poblacional que no exceda ciertos límites que gobiernos y poderes de altos rangos tienen marcados y para ello nada mejor que manipular la historia a conveniencia.

Por ello, y para comprenderlo viajaremos a la época de Louis Pasteur y la oportunista “teoría de la infección” quien dio luz verde a la era farmacológica y con ello a la era de la toxicidad al punto aquellos pocos que actualmente tratan de practicar la curación verdadera, son atacados viciosamente por sus propios compañeros convirtiéndose hoy en día, en un infierno tratar de practicar la curación real, ya que si usted no utiliza los venenos más tóxicos que ofrece el sistema para aplicarlos donde es imposible que puedan curar, y a cambio usa un método alternativo natural, los otros médicos y la industria de los fármacos lo etiquetan de «charlatán». Si al contrario de lo que Pasteur nos ofreció la medicina hubiera adoptado la teoría de la enfermedad de gérmenes de Béchamp  y el trabajo subsiguiente de los doctores Brewer, Warburg, Pauling y otros, sería de conocimiento común que los síntomas de la enfermedad se previenen o invierten mediante la nutrición a nivel celular.