¿FUNCIONAN LAS VACUNAS?

Después del análisis de todo lo visto anteriormente, nos preguntamos, ¿sirven para algo realmente?, parece bastante claro que no, y es que ninguna puede funcionar porque la lógica de sus funcionamientos se apoya sobre falsas teorías y al ser la teoría falsa, la lógica deja de funcionar y de existir. Se empieza a ver por lo tanto que las vacunas no protegen de aquellas enfermedades que aseguran proteger, por ejemplo, tenemos la gripe donde la mismísima OMS (Organización Mundial de la Salud) reconoce que es de baja eficacia porque supuestamente este virus “muta demasiado”.

“La Cochrane”, que es una organización sin ánimo de lucro que reúne a un grupo de investigadores de ciencias de la salud de más de 30 000 voluntarios en más de 90 países que aplican un riguroso y sistemático proceso de revisión de las intervenciones en salud. Y la cual incluye entre sus estudiosos a investigadores, profesionales, pacientes, cuidadores y personas interesadas en la salud, con sede en reino unido, ha hecho diferentes trabajos y revisiones siendo uno de los más grandes expertos mundiales en revisión de salud y sus conclusiones son en el caso de la viruela y su vacuna:

La tasa de éxito y la inmunogenicidad fueron similares en las personas que nunca habían recibido la vacuna y en las previamente vacunadas.

Sobre la vacuna del Covid 19:

Para la mayoría de las vacunas investigadas, fueron más las personas vacunadas que notificaron efectos secundarios localizados o temporales que aquellas que no recibieron tratamiento o recibieron placebo. Estos efectos incluyeron cansancio, dolor de cabeza, dolores musculares, escalofríos, fiebre y náuseas.

 

Sobre la gripe Común:

No hubo diferencias en la frecuencia de aparición del resfriado común entre los que recibieron una vacuna de adenovirus vivo atenuado en comparación con los que recibieron un placebo. No hubo diferencias entre los grupos en los episodios adversos.

Hay gente con gripe vacunada de gripe, hay gente con sarampión vacunada de sarampión, lo mismo paperas, rubeola etc... ¿qué sentido tienen entonces si estas vacunas se aplican para prevenir la enfermedad y no lo hacen?.

El engaño en cuanto a su éxito es monumental, la misma historia de las vacunas demuestra que nunca han funcionado y solo hace falta darnos cuenta de que estas se han introducido (que está perfectamente documentado con una bibliografía muy extensa) y analizándolo enfermedad por enfermedad, epidemia por epidemia y caso por caso, y todas, absolutamente todas las vacunas se introducen en el mercado cuando o bien no existen casos de esa enfermedad, o bien están en un descenso en el que ya están desapareciendo por si solas, luego la “trampa” es adjudicarlas el éxito y presentarlas como la salvación a nuestros problemas, y no es algo que se haga una vez, sino cada vez que aparece una epidemia. Convirtiéndose así en el gran triunfo de la medicina moderna.

 

Hay muchísimas personas que han dedicado su vida y tiempo a investigar que ha pasado antes y después con las enfermedades que supuestamente fueron erradicadas por las vacunas, como evoluciono la esperanza de vida, como evoluciono la mortalidad infantil en relación con las vacunas, todos los estudios que se han hecho que son muchísimos, en España por ejemplo tenemos el libro de Juan Marín Olmos, (presidente de la sección de médicos homeópatas del colegio de médicos de Barcelona y fundador del European Forum for Vaccine Vigilance (EFVV) con su el libro “Vacunaciones sistémicas en cuestión, ¿Son realmente necesarias?”.

 

Sede OMS en Ginebra

Juan Marín Olmos

Libro Vacunaciones Sistémicas en cuestión

Puntualiza este experto que esto no supone que las vacunas no tengan efectos biológicos, sino que "la creencia de que las vacunas son las que han acabado con las epidemias, hace que se olviden aspectos fundamentales en el control y evolución de las enfermedades infectocontagiosas" y que "se atribuyen a las vacunas méritos que se deben a mejores condiciones de vida y otros factores".

Defiende que se debería hacer un uso más racional de las vacunas, porque dar unas 40 entre el nacimiento y la adolescencia, 30 de ellas en los primeros 18 meses de vida, no parece muy racional.

Si atiendes a cualquier estudio serio que ha profundizado en la evolución histórica de las enfermedades, es indiscutible que las vacunas no han tenido nada que ver con la reducción dela mortalidad ni con la reducción de incidencia de estas.

Uno de los principales argumentos de las vacunas viene siendo que acabaron con las epidemias del siglo XIX y que han erradicado muchas enfermedades infecciosas, pero ¿esto ha sido realmente así?.

 

Como hemos visto anteriormente la ciencia oficial basa su conocimiento en la medicina sobre todo en la teoría de la infección, durante estos dos últimos siglos hemos vivido una ráfaga de epidemias:

 

1812. Tifus

1817. Cólera

1826. Cólera

1846. Cólera

1863. Cólera

1870. Viruela

1881. Gripe Rusa

1899. Cólera

1915.Encefalitis Letárgica

1918.Gripe Española

1918. Tifus

 

 

 

Gripe Española 1918

Cólera 1863

Encefalitis letárgica 1915

¿Qué sucedía en el siglo XIX para la aparición de tantas enfermedades epidémicas?, aparte de ser un siglo desastroso a nivel de salud en Europa fue el siglo que casualmente se implanto la llamada revolución industrial, el siglo en que se implantaron una serie de leyes de desamortización que acabaron con la propiedad comunal que estatalizaron y después privatizaron la tierra de la gente, masas de seres desposeídos de sus pertenecías pasaron de vivir en comunidad y en un entorno rural a vivir atinados en entornos rurales con unas condiciones de insalubridad tremendas , fue un siglo de muchísimas guerras, de una militarización espectacular, y ¿qué tenemos aquí?, como hemos dicho, guerras, lesiones graves, insalubridad, las condiciones óptimas y perfectas para generar problemas de salud masivos, estos problemas fueron básicamente los orígenes y explosión de grandes “pandemias”.

 

Todos estos cambios radicales auspiciados por la pobreza, el desamparo, además de que en las nuevas ciudades no había sistemas de alcantarillados ni de higiene, la gente bebía agua con sus propios excrementos, se veía la desnutrición hasta límites insospechados, estrés laboral, animales en descomposición en medio de las calles (Imagen 1), condiciones laborales esclavistas, incluso hasta niños de 4 años trabajaban en las minas, ¿cómo no iba a haber epidemias en aquellos tiempos?

Cualquier persona que haya investigado lo más mínimo acerca de esta mortalidad se habrá dado cuenta que esta descendió espectacularmente, primero en la segunda mitad del siglo XIX (19) y después en la primera mitad del siglo XX, entre 1850 y 1950, especialmente en la mortalidad infantil y esta disminución tuvo lugar antes de la implantación de cualquiera de las vacunas que llegaron oportunamente más adelante con la única excepción de la de la viruela que ya estaba desde principios del siglo 19, el resto de enfermedades , meningitis, tosferina, escarlatina… todas estas enfermedades habían disminuido en más de un 99% antes de implantarse las vacunas y antes incluso de implantarse los antibióticos, pero te preguntaras, porque disminuyeron? La respuesta es tan simple como evidente, porque cambiaron las condiciones de vida (Imagen 2).

Imagen 1

Calles sin asfaltar

Imagen 2

¿Entonces en base a que conocimientos han sido fabricadas?, ¿son necesarias? Normalmente cuando dices a cualquier cercano, amigo o desconocido que no quieres vacunarte o vacunar a tus hijos se piensa que los que no se vacunan es porque se despreocupan, adquiriendo así el calificativo de “negacionista”, “Irresponsable”,etc..., pero si lo pensamos realmente y damos unas vueltas al asunto, resulta que esta afirmación es al contrario porque alguien que no se quiere vacunar generalmente es alguien que se ha informado más de lo habitual y no se ha dejado llevar por las líneas marcadas, esta persona ya conoce la realidad que el resto del rebaño es consciente pero “algo”, le ha hecho indagar e investigar llegando a esa conclusión que te hace dudar por primera vez, y seguramente has indagado durante años...” es una información que una vez la conoces hay q digerir con calma, procesar, comprender y darle muchas vueltas antes de aceptarla...

¿Son entonces necesarias las vacunas? No, no son necesarias porque algo necesario es aquello que sin lo que no es posible la vida, por ejemplo, es necesario respirar, es necesario comer, mantener la salud, pero las vacunas masivamente se aplican a toda la población desde hace tan solo 50 o 60 años, si fueran necesarias la especie humana se hubiera extinguido hace miles de años porque no ha podido sobrevivir sin ellas, en cambio seguimos aquí después de decenas de miles años no hay que olvidar que los seres humanos somos hijos de la tierra y estamos adaptados perfectamente para vivir la vida en este planeta y no necesitamos de ningún añadido industrial para vivir esta vida, sino da por hecho que no estaríamos aquí.

¿De verdad pensamos que es tan grave tener fiebre durante una semana?, las vacunas y los medicamentos químicos son un riesgo que corremos innecesariamente y debemos tener en cuenta quitarte o cortarte un síntoma de golpe no es sinónimo de curarte.

 

Por ejemplo, el concepto de la fiebre está muy tergiversado en la sociedad actual nos asustamos por unas décimas de más y eso realmente no debería ser así, la fiebre es necesaria y es un proceso que nos es útil para la curación y perfecto funcionamiento del cuerpo. La fiebre es un proceso de limpieza del cuerpo el cual sube la temperatura para eliminar los restos y residuos de un conflicto emocional que nos ha afectado recientemente (lo veremos más adelante con más detalle). Una “fiebre” (como solemos creer) de 37, 5 por ejemplo no es fiebre, se denomina febrícula y es a partir de 38 cuando si podemos hablar de que empieza la fiebre baja. El cuerpo a una temperatura de 37,5 está comenzando a generar defensas y un sistema de limpieza que va a ayudar al organismo a recomponerse.

(Imagen basada en la medicina normal, el texto resumen no es útil)

Este proceso, por lo tanto, y como acostumbramos (o nos han enseñado) no debe frenarse enfriando el cuerpo con paños fríos para bajar su temperatura, todo lo contrario, debemos dejar a la fiebre actuar porque enfriándolo estamos engañando al cuerpo diciéndole que frene en seco porque el cuerpo ya se ha sanado y por lo tanto alargando mucho más la “enfermedad” y la nula eliminación de los restos que más adelante pueden causarnos problemas. La fiebre sube porque el cuerpo está generando “pirógenos” y este pone en marcha el hipotálamo en el cerebro, al estar siendo estimulado genera calor (como un ordenador cuando trabaja a su máximo rendimiento que se calienta, nuestro procesador está en el cerebro por eso se calienta) .Debes mantenerte hidratado porque el cuerpo al aumentar su temperatura se desgasta y necesitara un apoyo, es probable incluso que el mismo te lo pida porque tendrás más sed de la habitual, colocarte en una zona fresca y aireada (porque el aire puro es uno de nuestros mejores aliados) y mantener la confianza en que el cuerpo sabe hacer su trabajo, por lo que es muy común que si lo dejamos actuar por sí solo en 24-48 o máximo 72 horas hayamos solucionado el problema, si este persiste es probable que estemos recayendo en algún conflicto emocional nuevamente por lo que es muy importante mantener nuestra cabeza despejada sin problemas durante este periodo. Debemos controlar la fiebre cada hora y tratar de ver si se mantiene siempre entre 27,5 y 38,5 o máximas de 39 a partir de ahí quizá debamos ayudar al cuerpo con algún paño de agua fría, calcetines húmedos, menos cantidad de ropa, etc.. Pero solo para mantenerlo entre esos márgenes y no que nos lleve hasta temperaturas de 40 en adelante. Si la fiebre desaparece es necesario por lo menos un día o dos de reposo siempre manteniéndonos en un entorno ventilado y saludable.

Es ilógico pensar que debemos exponer a un bebé o a nosotros mismos a un tipo de patógeno que la vida no le propone en su camino, que no está en su ambiente y que además se le va a inocular saltándose todas las barreras defensivas del organismo y por si fuera poco directamente en la sangre sabiendo que su sistema inmunitario (en el caso de niños y bebes) no está maduro en ese momento. ¿Cómo es posible que hayamos sobrevivido miles de años sin la medicina? Es que han venido todos los virus y bacterias de repente a esta generación en la que vivimos?.  Si lo analizamos a fondo parece más un plan de algo que una realidad científica.

 

Desde el año 1800 hasta la actualidad (2020) y tengamos en cuenta que cuando se habla de dosis, no nos referimos al total de inyecciones, sino al total de inmunizaciones que no es lo mismo, por ejemplo, la inyección triple vírica en una sola vacuna, pero se compone de 3 inmunizaciones diferentes que son “Sarampión, Paperas y Rubeola”. En este vistazo a continuación también se incluyen aquí las vacunas de consumo oral como la primera vacuna contra la polio.

Sera en 1975 cuando se implanta en España el primer calendario vacunal sistemático, este calendario incluye:

 

  • Viruela (1 dosis, año 1800)
  • Poliomielitis (3 dosis, año 1959)
  • Tétanos (2 dosis, año 1965)
  • Difteria (2 dosis, año 1965)
  • Tosferina (2 Dosis 1965)
  • Sarampión (1 dosis, año 1975)
  • Rubeola (1 dosis, 1975)
  • +3 poliomielitis (1975)
  • + 4 tétanos (1975)
  • +2 Difteria (1975)
  • +1 Tosferina (1975)

En 1979 se declara la erradicación de la viruela y desaparece en 1981 esa vacuna del calendario oficial:

  • -1 Viruela (1979)
  • +1 Rubeola (1979)
  • Paperas (1 Dosis, 1979)

 

En 1995 se introduce la llama Triple Vírica que como decíamos anteriormente reúne en una única inyección las vacunas del sarampión, paperas y la rubeola, 6 dosis repartidas en 2 pinchazos a los 9 meses y a los 11 años se repite, se agrega a partir de aquí la de la hepatitis B que incluye 3 dosis.

 

  • Hepatitis B (3 Dosis, año 1995-2004)
  • Triple Vírica (1995, 6 Dosis-2004)
  • -1 Dosis Poliomielitis (1995-2004)
  • +1 tosferina (1995-2004)
  • +1 Difteria (1995-2004)
  • Influenza Tipo B (3 Dosis, año 1995-2004)
  • Meningococo (3 Dosis, año 1995-2004)

 

Entre 2005 y 2007 aumentamos las inmunizaciones hasta un total de 40 dosis.

 

  • Papiloma (2 Dosis, año 2007-2012)
  • Varicela (2 Dosis, año 2007-2012)
  • Neumococo (3 Dosis, año 2014)
  • Meningococo Polivalente (4 Dosis, año 2021)
  • Sars Cov 2 (2 Dosis, año 2022)

 

Llegando así a un total de 49 dosis en el año 2022 recomendadas entre los 0 y 18 años de edad.

Pero, a todo esto, ¿son Obligatorias las vacunas en España?. Podemos estar tranquilos de momento porque con el marco legal actual no puede ser obligatoria la vacunación y una cosa es que haya una costumbre socialmente aceptada (como es ahora con el COVID) y otra cosa es que exista una obligación legal de vacunación, ahora mismo es total y absolutamente imposible que se imponga una vacunación obligatoria. Básicamente en el convenio de Oviedo de 4 de abril de 1997 para la protección de derechos  y la dignidad del ser humano con respecto  a las aplicaciones de la biología y medicina, dice que sin el consentimiento explicito no hay absolutamente nada que hacer, y que el interés del individuo prevalece siempre sobre el interés de la sociedad y la ciencia.

 

 

Documento completo en el dispositivo adjunto como “1.4 Convenio de Oviedo”.

Por otro lado, la Declaración universal sobre bioética y derechos humanos de la Unesco homologada en París en octubre de 2005, dice prácticamente lo mismo:

 

Documento completo en el dispositivo adjunto como “1.5. Declaración universal bioética”.

y tenemos también la ley de autonomía del paciente 41/2002 que mantiene el máximo respeto a la dignidad de la persona y la libertad individual.

Documento completo en el dispositivo adjunto como “1.6. BOE Ley 41/2002”.

En la misma web del ministerio de Sanidad podemos leer:

Que las vacunas son recomendaciones nunca obligaciones como pensamos.

Estos textos inciden con mucha insistencia en que el interés individual prevalece sobre la sociedad y la ciencia. La historia de los derechos humanos es la historia de los derechos individuales, no existe actualmente una declaración de los derechos de la sociedad, ni del colectivo, y si esto fuera así estaríamos sentando las bases de la opresión, la dictadura y del abuso. Lo que estamos viendo actualmente (Con el COVID) es un condicionamiento indirecto mediante los procedimientos de sugestión y de propaganda política de la televisión. Solo hay que ver para entender, cada vez que inyectamos o medicamos a un niño, generalmente al día siguiente este enferma, es algo que no tiene sentido alguno. Quizá lo que se busque más bien es que estemos enfermos crónicamente para el bienestar del oligopolio farmacológico y médico y más aún para que la población se mantenga en ciertos niveles de estabilidad. ¿Cómo va a ser algo químico capaz de mejorar lo que ya está creado por la naturaleza?