PASTEUR VS BÉCHAMP

Ahora que intuimos la aparente manipulación social y el macro engaño de la actual situación con un estado de manipulación extrema, vamos a analizar, si así lo deseas el motivo de todo esto, y para ello nada mejor que comprender quien fue Pasteur y quien fue Béchamp y lo que cada uno de ellos decía acerca de los  los gérmenes y como estos causan la enfermedad.

 

Antoine Béchamp (1816-1908), fue un biólogo francés que demostró precisamente lo contrario que Pasteur, es decir que la enfermedad causa los gérmenes.

Probó que «todas las materias orgánicas naturales (materias que vivieron alguna vez), protegidas absolutamente contra los gérmenes atmosféricos, invariable y espontáneamente se alteraban y fermentaban, porque ellas necesaria e intrínsecamente, contienen dentro de sí mismas los agentes de su espontánea alteración, digestión, disolución».

Béchamp pudo probar que todas las células del animal y de la planta, contienen estas partículas minúsculas, las cuales continúan viviendo después de la muerte del organismo y a partir de ellas, se desarrollan microorganismos. En su investigación, Béchamp fundó las bases para la comprensión del pleomorfismo (la habilidad de los organismos de cambiar).

Siempre que hay alguna cosa en la naturaleza que se está muriendo, comenzando a decaer, algo aparece y se lo come, puesto que sus partículas se convierten en microbios que salen de las células del tejido fino para limpiar cualquier toxina o materia en descomposición que se encuentra en el cuerpo. Para eso están los microbios (gérmenes) que son el resultado, NO la causa de la enfermedad.

Una muestra de sangre, por ejemplo, puesta en una placa de vidrio para observación microscópica (platina) envejece en uno o dos días, los pequeños organismos literalmente pueden verse moviéndose mientras salen de las células de la sangre, organismos que cambian a formas más degeneradas y más patológicas mientras avanza el proceso. Cuando el proceso de la descomposición o de la putrefacción termina, cuando no hay nada más que los recién formados virus, bacterias y hongos puedan comer, se destruyen, desaparecen, y vuelven a la forma que tenían. Se les puede observar haciendo esto a través del microscopio a x100 o más.

“Mientras que los microsomas de las bacterias destruidas también viven, lo que sigue es que estos microsomas son el final vivo de toda la organización celular que a su vez, se convierten en todas las cosas vivas, seres, órganos, todo. Son el fin y el principio de toda la vida física. Todas las células, órganos, todas las formas vivas se construyen a partir de estos pequeños cuerpos.” Antoine Béchamp

Cuando usted rompe un elemento en pedazos más y más pequeños, termina con un átomo de ese elemento. Cuando usted rompe la materia orgánica, la vida física, en pedazos más y más pequeños, termina con esta partícula, no importando la forma de materia orgánica viva con la que comenzó.

Por desgracia los resultados del profesor Béchamp fueron enterrados, ignorados y alejados de las generaciones siguientes de estudiantes, que hoy en día ni siquiera saben que Béchamp era el científico superior que trabajaba con paciencia y orden en el laboratorio, mientras que Pasteur recibía los elogios por un trabajo que fue plagiado, y a menudo alterado de la forma más anticientífica. Esto se descubrió cuando en el año 1901 sus notas finalmente fueron hechas públicas para que la gente las leyera.

Y hoy día nos encontramos en una industria construida en base a Pasteur, una industria la cual no va a ceder terreno. En vez de eso, debemos trabajar en dos esferas diferentes.

Lo que descubrió Béchamp fue que las células de nuestro cuerpo no son atacadas por gérmenes externos portadores de enfermedades, como sugiere la teoría de Pasteur, sino que nuestras células se deterioran, degeneran y dañan por el estrés de la vida diaria o por toxinas introducidas (ya sean físicas o químicas) y se degeneran hasta un punto en que se debilitan, envenenan o enferman.

Bajo esta condición, aumenta su acidez, lo que destruye su propio tejido degenerativo, mediante el uso de lo que él llamó microsomas, siempre presentes en la célula.

Básicamente, Béchamp descubrió que la célula se autodestruye si se contamina o degenera. Pasteur al contrario nos ofrece una versión en la que los gérmenes externos entran al cuerpo y destruyen las células.

La teoría de Béchamp dice que si mantenemos la célula sana y fuerte, ésta se desempeñará bien, pero si no, esto permitirá que los pequeños microsomas, que reaccionan a las condiciones pobres de acidez de la célula, la fermenten o se la coman.

La teoría de Pasteur en cambio nos habla de cómo y sin importar si la célula es saludable o no, los gérmenes externos ingresan y causan la muerte o la contaminación de ésta. Siendo esto finalmente aceptado inmediatamente como explicación para todas las enfermedades existentes, permitiendo así el crecimiento e invasión de todas las industrias farmacéuticas que conocemos hoy como drogas, medicamentos y vacunas. Junto con ellas, evolucionó la teoría de deshacerse de los síntomas, cortándolos radicalmente, quemándolos con radiación o calor, y envenenándolos con sustancias tóxicas. Hoy esos métodos parecen haber alcanzado el máximo de lo que pueden ser aplicados y todavía siguen apareciendo las enfermedades que se supone nos traen los gérmenes, como si no se les estuviera tratando en lo absoluto.

Esto ha originado mucha investigación en nuestros tiempos debido a que se hace cada vez más obvio que utilizamos teorías erradas en la medicina actual. El descubrimiento más importante que la ciencia (hoy en día) ha hecho, es que las toxinas no curan y parece ser que mientras más envenenamos nuestras células con curas químicas y contaminantes, más nos enfermamos.

Muchos investigadores actuales han tratado de regresar a los descubrimientos de Béchamp y después de leer sus informes, descubrimos que conocíamos la solución, pero ésta había sido ocultada muy astutamente para que la industria de la enfermedad pudiera florecer y expandirse sin control alguno, basándose para enriquecimiento propio en la destrucción de los microbios sospechosos de causar enfermedad.

Sin embargo, las células no pueden resistir la enfermedad si se permite que se debiliten o envenenen. El método actual de tratar la enfermedad, es ignorar las necesidades biológicas o nutritivas de las células y al mismo tiempo, atacarlas con sustancias tóxicas, con la esperanza de que los gérmenes mueran y la célula viva.

Una célula con deficiencia de nutrientes es envenenada al mismo tiempo. Este es un procedimiento estándar hoy dia.

El profesor Pierre Jacques Antoine Béchamp era médico, profesor de química y farmacia, y uno de los investigadores líderes del siglo XIX, en el mismo período de Pasteur. Béchamp condujo experimentos que encontraron que la bacteria crece dentro del cuerpo como formas evolucionarías de granulación pequeñísimas que viven dentro de las células de todas las formas vivientes.

Llamó a éstas microsomas y creyó que podían encontrarse en todo tejido vivo sano. Estos microsomas son fisiológica y químicamente activos, y son los constructores de nuestras células, además de ser agentes de descomposición después de la muerte de una célula en nuestros tejidos u órganos.

Béchamp descubrió que los microsomas se desarrollaban a bacterias, cuando los tejidos del cuerpo estaban envenenados, dañados o imposibilitados de funcionar. De su investigación se desprende su declaración de que la bacteria es un producto de la enfermedad, no su causa.

La gente se enferma porque sus células están comprometidas, lo que las desequilibra y las hace susceptibles al crecimiento de la bacteria desde dentro, en lugar de ser invadidas desde el exterior, de acuerdo a lo que expresó Pasteur. Su filosofía se basó en la prevención de una invasión de bacterias desde el exterior del organismo, mientras que Bechamp se basaba en la prevención del crecimiento de las bacterias desde dentro del organismo.

Con el tiempo, hemos descubierto quién tenía la razón, pero una industria construida únicamente sobre sustancias tóxicas, que requiere una fortuna para permanecer viable, no va a cambiar o sacar sus garras de la billetera más grande del mundo.

El método de Béchamp nos habría permitido desarrollar la salud de la célula.

Pasteur nos ha permitido desarrollar todo tipo de toxinas para atacar los gérmenes invasores.

Las células sanas no necesitan ser protegidas por las toxinas.

Las toxinas ocasionan que las células sanas se enfermen, y como descubrió Bechamp, ellas se autodestruyen cuando ya no pueden funcionar.

“Si volviese a vivir, dedicaría mi vida a probar que los gérmenes buscan su hábitat natural, tejido enfermo, en vez de ser la causa de la enfermedad del tejido; al igual que los zancudos buscan el agua estancada, pero no son los causantes de los charcos estancados.” Rudolph Virchaw, padre de la patología

Incluso los grandes científicos de nuestro tiempo pudieron, en algún minuto de sus carreras, admitir que la medicina moderna ha sido llevada de paseo.

Pasteur, admitió al morir que: “Los gérmenes no son nada y el tejido en el que crecen , lo es todo”.

¿Cuáles son entonces y en resumen las diferencias básicas entre Pasteur y Béchamp?

 

Teoría de los Gérmenes – Pasteur
(tal cual se le enseña a los estudiantes modernos)

 

  • La enfermedad surge de microorganismos fuera del cuerpo
  • Por lo general, debemos resguardarnos de los microorganismos
  • La función de los microorganismos es constante.
  • Las formas y colores de los microorganismos son constantes
  • Cada enfermedad se asocia a un microorganismo en particular
  • Los microorganismos son los agentes causantes primarios
  • La enfermedad puede atacar a cualquiera
  • Para prevenir la enfermedad debemos matar a los microorganismos

 

 

Teoría celular – Béchamp
(como se le enseñó a Pasteur y a otros durante esta era)

 

  • Las enfermedades surgen a partir de microorganismos dentro de las células del cuerpo
  • Estos microorganismos intracelulares normalmente funcionan para construir y ayudar en los procesos metabólicos del cuerpo
  • La función de estos organismos cambia para ayudar en los procesos catabólicos (desintegración) del organismo anfitrión cuando éste muere o es dañado, que puede ser tanto químico como mecánico
  • Los microorganismos cambian sus colores y formas para reflejar al medio
  • Cada enfermedad se asocia con una condición particular
  • Los microorganismos llegan a ser ‘patógenos’ mientras que la salud del organismo del anfitrión se deteriora. Por lo tanto, la condición del organismo anfitrión es el agente primario
  • La enfermedad se construye a partir de condiciones no saludables dentro de la célula
  • Para prevenir la enfermedad debemos crear salud